El efecto de los mundiales #LetrasDesnudas

Hay quienes medimos la vida a través de los mundiales.

Cada cuatro años podemos apreciar qué tanto hemos cambiado. ¿Seguimos viviendo en el mismo lugar? ¿Tenemos el mismo trabajo? ¿Tenemos ya pareja? ¿Quizá hasta hijos? ¿O nada de pareja y nada de descendencia?

Mucho puede cambiar en ese lapso, incluso el mundo entero y el modo en que vivimos en él.

Me impactó la perspectiva del compadre Aceves, quien un día reflexionó en voz alta: “¿cuántos mundiales dura un papá? El mío me duró ocho.”

Es cierto. Personas entrañables se nos pueden ir en la espera entre un torneo y el próximo. Un año ves los partidos con esa persona sentada a tu lado, y al siguiente mundial, su asiento está vacío y ya no es lo mismo.

Pensé también en Cecilia niña y su transformación. Cuando le empezó a poner atención al fútbol, tenía diez años.

Cuatro años después, ya estaba en segundo de secundaria y con pretendiente. Pasaron otros cuatro y ya estaba saliendo de la prepa. Llevaba tres novios para el olvido. Otro período y estaba terminando la licenciatura.

Para el siguiente ciclo, ya tenía trabajo y estaba muy decidida a irse a uno más interesante y mejor pagado.

Así hasta que llegamos al 2022 donde veía los partidos que podía en modo mamá Cecilia.

Cómo pasa la vida. Para cuando llegue el 2026, su niño tendrá cinco años.

Entre mundial y mundial, hay un universo de eventos que no sabemos cómo nos van a moldear. Lo que sí, es que siempre somos alguien nuevo.

¿Acaso no es intrigante averiguar quién seremos en el futuro cercano?

 

Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.