¿Y si no somos tan extraños?
Qué tal que nos teníamos
que volver a encontrar
en atmósferas adversas.
Para sembrar dudas.
Para cimbrar estructuras.
Para recordar
vidas inexploradas.
¿Y si desafiamos la inercia
para desentonar con el mundo?
Me das un no
con cara de “sí
pero no puedo.”
Y así yo no juego.
Yo juego
a desafiar
y a cambiar
de opinión.
Me extraña
que tú,
con espíritu similar,
te metas cizaña.
Extraño.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.