Escogiendo lecturas y libros #AlgoPersonal

¿Cómo escoges libros o lecturas nuevas?

Antes de la pandemía, recurría mucho a las librerías. Me gustaba tomar un libro cuyo título o portada me llamara la atención y leía las primeras líneas. Si sentía una conexión y quería seguir leyendo, me lo llevaba. Así descubrí a Carlos Fuentes hace tiempo.

También las bibliotecas son importantes para mí. Estamos en plena era digital, pero estos lugares siguen siendo relevantes para toda comunidad. Las recomendaciones de los bibliotecarios es muy precisa. Hasta ahora he tenido buenas experiencias y he descubierto autores que no hubiera imaginado, como Alejandro Zambra.

De adolescente, pude retomar el gusto por la literatura gracias a la biblioteca. Teniendo un mundo para escoger cualquier autor o cualquier género, llegué a poetas como Salvador Novo y Mario Benedetti.

Nunca hay que subestimar el poder de estos lugares.

Me gusta que las personas cercanas a mí recomienden libros o temas para leer. Pongo mucha atención al por qué me hablan de ciertos autores y me da curiosidad. Si no me gusta, ya es otra cosa. Lo que sí, es que estoy convencida que alguien te invita a su mundo a través de una recomendación. Es una manera de formar lazos y es bonito tenerlos en tiempos de confinamiento.

En los últimos meses, me he guiado por reseñas que leo en línea, blogs o temas que son de mi particular interés. Da la casualidad que siempre que estoy investigando sobre algo, hay un libro que está esperando con más información.

Las posibilidades son infinitas.

Postura sobre la autopublicación #AlgoPersonal

¿Qué postura tienes sobre la autopublicación? ¿Vale la pena?

Sí, claro que vale la pena. Mi postura sobre la autopublicación es muy concreta: vivimos en una era donde la tecnología nos da una gran autonomía y hay que aprovecharla. Tenemos tantos recursos a la mano que nuestra creatividad puede desarrollarse a diestra y siniestra.

Pienso que la autopublicación es un gran paso hacia el emprendimiento literario. Es involucrarse profundamente con la composición de una obra, desde escribirla hasta supervisar el proceso de diseño editorial cuando ya está lista para salir a la luz pública. Cada paso tiene su propia magia y es posible experimentarlo de primera mano.

Por otra parte, autopublicar en formato digital, a través de un ebook por ejemplo, es una opción muy tangible. También vale muchísimo la pena considerarla, pues hay una audiencia que consume libros en ereaders. Siempre es buena idea ir a donde están los lectores en todos los formatos posibles.

Se dicen muchas cosas sobre la autopublicación y, en general, los comentarios son negativos. La percepción es que este formato es poco profesional y que no hay los mismos cuidados editoriales a comparación de un libro que sale directamente de una de las grandes casas editoriales.

En algunos casos esto es cierto; sin embargo, yo creo firmemente que se puede hacer un trabajo de calidad. Que hay autores muy comprometidos con todos los aspectos de la publicación y que se puede tener éxito cuando este trabajo se toma en serio. El secreto está en tener voluntad para aprender sobre la marcha.