¿Y si no somos tan extraños?
Qué tal que nos teníamos
que volver a encontrar
en atmósferas adversas.
Para sembrar dudas.
Para cimbrar estructuras.
Para recordar
vidas inexploradas.
¿Y si desafiamos la inercia
para desentonar con el mundo?
Me das un no
con cara de “sí
pero no puedo.”
Y así yo no juego.
Yo juego
a desafiar
y a cambiar
de opinión.
Me extraña
que tú,
con espíritu similar,
te metas cizaña.
Extraño.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.
Búscame por las noches.
Abrázame a hurtadillas
para no despertar a nadie.
Los besos más discretos…
…son lo más ricos,
los más inolvidables.
Como tú y tus manos,
tu ritmo infinito.
Me penetras con palabras,
con tu imagen viva
en mi imaginación traviesa.
Eres incontrolable.
Eres omnipresente.
Por los siglos de los siglos.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.
“Te amo”
como rutina.
Palabras perico
para rellenar silencios.
“Te amo”
como inercia.
Si no se pronuncia
algo se olvidó en el libreto.
¿”Te amo”
significa algo?
Más allá de la costumbre
y de la voz cansada.
Háblame sin enigmas.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.
Una promesa,
una canción
que bailamos juntos.
Un recuerdo distante.
Eso éramos nosotros.
Inocentes.
Inconscientes.
Un sueño color pastel.
Apenas unos años
ya se sienten como décadas.
Repetitivas.
Cuantitativas.
Ya nos desconocemos
por las vueltas que da la vida.
Tú en un contenedor;
yo, fuera de él.
¿Acaso nos volveremos a encontrar?
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.
Un espacio para ser.
Más allá de las paredes,
los delantales y los escobillones.
Alguien que respira.
Alguien con sangre
en las venas
y en muchas partes.
Con fibras sensibles.
Hay un mundo
más allá de la rutina
y del llanto inesperado
que debe ser atendido.
Aunque inalcanzable
por fuera,
por dentro ese mundo
es palpable y perfecto.
Respira a través de mí.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.
I
De niña te imaginabas rubia. ¿Te acuerdas?
Con cola de caballo y midiendo dos metros con dieciocho centímetros. Apenas rebasaste el metro con cincuenta y cinco y así fue como descubriste que las espinacas no te hacen crecer tanto.
Luego, te enteraste de que el tinte que más se vende es el rubio platino. No quisiste ser parte de la estadística ni te regresaron las ganas de pintarte el pelo para aparentar menos años y más vida.
II
Siendo niña, antes de probarte cualquier máscara, ¿quién eras? ¿Te acuerdas?
Dime que sí.
Dime que, por lo menos, tienes recuerdos vagos que todavía se pueden ver a contraluz.
Dime que esa niña sigue ahí: inigualable, de imaginación cósmica. Insoluble.
Y si está adormecida, reanímala. Dile que quiero conocerla. Tengo tanto que aprenderle; tanto que contarle.
Y tan poco tiempo a disposición.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.
Encuéntrame en tus sueños.
Búscame en ese lugar
donde no te atreves a mirar.
Sabes que existe.
¿A qué le temes?
¿O es que te temes vulnerable
y por eso te niegas
y me niegas?
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.
Ya no puedo verme
la ingenuidad como hace diez años.
El viento sopló.
Luego, llegó un diluvio de mil días.
El espejo de marfil me dice
que tengo cara de mujer nueva.
En el mismo cuerpo de seda
y con conciencia de reloj de arena.
Ayer me decía otra cosa.
Que era muñeca de trapo.
Que la marea me azotaría
sin piedad a la primera oportunidad.
Lo creí, pero hoy no.
La tormenta me revivió.
Llegué a tierra firme con ligereza.
Sin ganas de construir castillos de arena.
Con ganas de sentirlo todo.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.
No te sueño,
pero te escucho
en canciones
y frases sueltas.
Nunca te he visto,
pero tu sola presencia basta.
Estás en la lluvia
y en los pensamientos que no son míos.
Estás en el recuerdo
y en el primer segundo
de la madrugada.
En la primera taza de café.
Estás en el espejo
al dar los buenos días.
No se puede pedir más.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.
Qué extraño
que no te extraño.
Que no te lloro.
Es que estás en mí.
En mi manera tan única de sentir.
Te imagino en miles de rostros.
Te escucho en miles de voces.
Te reconozco a todas horas.
Estás en mí.
En mi manera tan única de vivir.
Te pienso
y te dudo
pero siempre
te vuelvo a querer.
En mi manera tan única de insistir.
Tómate tu tiempo. Yo también lo necesito.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.