Me gustan los días nublados porque me acuerdo de ti. Pienso en todo lo que me hace falta decirte. Siento que quieres escucharme.
Me gusta todavía más cuando llueve porque recuerdo que compartimos el mismo cielo, aunque no el mismo suelo.
Como sea, caen las mismas gotas para y para mí. Por lo menos eso nos une. Me gusta que cada micro partícula toca mi piel y entonces me digo que eres realidad.
Por eso los días lluviosos son magia. Me hacen sentir una certeza que sólo tú entenderías.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.