Navegación #LetrasDesnudas

Ya no puedo verme
la ingenuidad como hace diez años.
El viento sopló.
Luego, llegó un diluvio de mil días.

El espejo de marfil me dice
que tengo cara de mujer nueva.
En el mismo cuerpo de seda
y con conciencia de reloj de arena.

Ayer me decía otra cosa.
Que era muñeca de trapo.
Que la marea me azotaría
sin piedad a la primera oportunidad.

Lo creí, pero hoy no.
La tormenta me revivió.
Llegué a tierra firme con ligereza.
Sin ganas de construir castillos de arena.

Con ganas de sentirlo todo.

 

Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.