El aire se siente puro
tras abrir las ventanas
de par en par
tocando las cortinas de seda.
El cielo despejado,
o aborregado,
indica que será un día nuevo.
Un retorno a lo esencial.
Los árboles
se vuelven más fuertes
y las plantas florecen
con magia y paciencia.
La naturaleza
de nuestro ser
vuelve a ser auténtica
y transparente.
Que maravilla
ser inocente
y valiente
como antes.
Que maravilla
ver la vida
con ojos claros
de niña.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alice Strathern.