Lecciones en El Principito #AlgoPersonal

Finalizó el club de lectura y yo encontré nuevas lecciones en El Principito.

A mis 34 años de edad, he descubierto un tema que antes había pasado desapercibido: la autenticidad.

Cuando El Principito llega al planeta Tierra, se encuentra un jardín lleno de rosas que se parecían a la suya y se decepciona, ya que pensó que la que tenía era única en el mundo. Sin embargo, en el diálogo con el zorro, aprende el concepto “domesticar” y cambia su perspectiva cuando le pone un ejemplo muy claro.

Me permito copiar un pequeño fragmento.

Tú no eres para mí mas que un chiquillo parecido a cien mil chiquillos y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. Yo no soy para ti más que uno más entre cien mil zorros. Ahora bien, si tú me domesticaras, nos necesitaríamos el uno al otro. Tú serías para mí el único en el mundo, como yo lo sería para ti.

Crear lazos es parte de la experiencia humana. Todos los creamos con nuestra familia, con personas que alguna vez eran desconocidas pero que luego se convirtieron en amigos entrañables. También los creamos con quienes elegimos como compañeros de vida.

En un mundo de millones de habitantes, con tantos siglos y tanto espacio de por medio, llegan personas que dejan huella. Cada una de ellas es única. Las experiencias son irrepetibles y vamos escogiendo con qué nos quedamos.

Por diversas razones, pueden salir de nuestro espacio y puede que ya no volvamos a coincidir. Sin embargo, ese pedacito de tiempo compartido se puede guardar en un lugar especial de la memoria. Queda el sentimiento de haber creado lazos de significado profundo.

Comentábamos en el club de lectura que El Principito es un libro triste. Me queda como lección corroborar este punto. Es triste despedirse. Es triste dejar ir. Es triste aceptar que las personas son temporales y que su estancia es efímera. No importa cuan fuertes seamos, asimilar todo esto nos deja vulnerables.

No sé por qué no había detectado este tema antes. Me pareció muy claro y estoy agradecida por lo que este libro ha hecho por mí en este momento.

Sin duda, el presente es todo lo que tenemos en nuestras manos. Hay que gozar. Uno también es efímero.

El Principito: Club de Lectura #AlgoPersonal

El Principito es uno de los libros más preciados en mi biblioteca personal. Ahora que me acabo de unir a un club de lectura para analizarlo, me emociona la idea de compartir mis interpretaciones y anécdotas.

Hoy quiero compartir una de ellas.

Hace algunos ayeres, mi mamá me llevó a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Era una época donde esta feria comenzaba a posicionarse como un punto de encuentro importante para acercarse a la lectura.

Yo estaba muy jovencita y no tenía ni idea de qué quería leer o qué podría interesarme. Nos acercamos a un estante y me compró El Principito. Hasta este día, conservo esa copia y es una de mis más grandes joyas.

Me dijo que este libro me iba a gustar mucho y no se equivocó.

Pese a que no había estado en contacto con muchos libros en aquel entonces, supe que El Principito era especial. Las emociones que transmitía eran únicas. Me parece que esa sería la primera vez que las palabras y las ilustraciones me formaron un nudo en la garganta sin entender del todo por qué.

Ahora que me incorporé al club de lectura, veo que remueve muchas cosas en mí que ni sabía que llevaba dentro. Así de poderosa es la literatura.

Anoche empecé a releerlo después de varios años de no haberlo abierto. Tuve uno de los sueños más tranquilos que he tenido en meses. No sé qué signifique eso, pero me gusta el efecto que me está provocando.

Estoy por terminarlo. Una vez que llegue al final, reportaré en este espacio las nuevas lecciones aprendidas. Ese es también el punto: puedes leer el mismo libro una y mil veces y siempre encontrarás detalles diferentes y asombrosos.

¿Formato digital o físico para leer? #AlgoPersonal

Qué es mejor para leer: ¿el formato digital o físico?

Pienso que este debate, en nuestros tiempos, ya no es tanto si uno es mejor que el otro. Es más bien qué es conveniente y eso cada lector lo determina. Hay algunas ediciones de libros físicos que son de colección y esas se pueden disfrutar mejor en casa. Si vas en el transporte público, una tableta electrónica es ideal. Es mucho más ligera y puedes llevar un montón de libros ahí.

Cada persona tiene hábitos distintos. Cada quien se va acomodando a los nuevos formatos. El audiolibro es novedoso, por ejemplo. Alguna vez escuché a alguien decir “el audiolibro es sólo para aquellos que tienen alguna dificultad visual para leer.” Yo no estoy de acuerdo. Hay personas que retienen mayor información escuchando. Entonces este formato es adecuado y benéfico. Se vale consumir la literatura así.

El hecho de que la literatura llegue a más personas en diferentes formatos es buena noticia. Lo que cada quien elija es muy válido.

Escogiendo lecturas y libros #AlgoPersonal

¿Cómo escoges libros o lecturas nuevas?

Antes de la pandemía, recurría mucho a las librerías. Me gustaba tomar un libro cuyo título o portada me llamara la atención y leía las primeras líneas. Si sentía una conexión y quería seguir leyendo, me lo llevaba. Así descubrí a Carlos Fuentes hace tiempo.

También las bibliotecas son importantes para mí. Estamos en plena era digital, pero estos lugares siguen siendo relevantes para toda comunidad. Las recomendaciones de los bibliotecarios es muy precisa. Hasta ahora he tenido buenas experiencias y he descubierto autores que no hubiera imaginado, como Alejandro Zambra.

De adolescente, pude retomar el gusto por la literatura gracias a la biblioteca. Teniendo un mundo para escoger cualquier autor o cualquier género, llegué a poetas como Salvador Novo y Mario Benedetti.

Nunca hay que subestimar el poder de estos lugares.

Me gusta que las personas cercanas a mí recomienden libros o temas para leer. Pongo mucha atención al por qué me hablan de ciertos autores y me da curiosidad. Si no me gusta, ya es otra cosa. Lo que sí, es que estoy convencida que alguien te invita a su mundo a través de una recomendación. Es una manera de formar lazos y es bonito tenerlos en tiempos de confinamiento.

En los últimos meses, me he guiado por reseñas que leo en línea, blogs o temas que son de mi particular interés. Da la casualidad que siempre que estoy investigando sobre algo, hay un libro que está esperando con más información.

Las posibilidades son infinitas.

Pasión por la escritura: cómo me adentré en las letras

En mi infancia estuve siempre expuesta a un gran número de historias. A través de libros o películas, e incluso audio, tenía contacto con personajes, mundos y situaciones.

Una característica que me llamaba la atención era que el desenlace de la mayoría de esos relatos terminaba en “fueron felices para siempre.” A mí me causaba conflicto esa conclusión. ¿Por qué no había otro tipo de finales? ¿Por qué se asumía que todos estaban felices y contentos? ¿Acaso era eso posible? ¿No había otro tipo de sentimientos?

Entre más escuchaba esa frase sobre la felicidad, más me decepcionaba y más me urgía encontrar un tipo de cuento diferente. Uno que fuera más original y que se alejara de las utopías. Tenía que existir. Era sólo cuestión de tiempo.

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