Salir del Hoyo #LetrasDesnudas

Normalmente soy de sueño pesado. La única vez que me desperté a horas que no son de Dios fue ese jueves maldito.
Abrí los ojos nomás porque sí. Mi despertador marcaba las 2:10 AM. Era como si estuviera listísima para empezar el día. Como que mi cuerpo sentía que ya era hora de moverse.
Luego me acordé de un dicho pedorro que dice que cuando te despiertas en la madrugada es porque un muerto te está viendo. Justo estaba pensando en eso cuando vi que Marcela, mi roomie, estaba sentada en mi cama. Me sacó un pedote pero no le pude ni reclamar.
Estaba cabizbaja. Sus cabellos largos le tapaban el rostro. Balbuceaba algo pero no le entendía nada. Quería hablarle pero no me salía la voz. Nunca la había visto tan desangelada. Alguna vez platicamos del divorcio de sus padres, de cuando se cortaba para sentirse viva o de cuando se le pasaba la mano con los antidepresivos.
Todos fueron episodios muy duros, pero siempre encontrábamos la forma de carcajearnos de nuevo o de hacer el asunto más ameno. Esta vez era otro nivel de tristeza. Me dieron muchísimas ganas de llorar al verla derrotada en su pijama blanca y sin expresión.
“Ayúdame.” Por fin la escuché con claridad.
“Sí, aquí estoy.”
“Ayúdame a salir del hoyo.”
Me miró y la desconocí. Su cara estaba toda moreteada. Alcanzaba a distinguir esos golpes por la luz de luna que entraba por la ventana.
Cuando me acordé que Marcela se había ido de viaje hace unas horas, me empezó la taquicardia bien cabrón y empecé a sentir frío como nunca en mi vida. Grité con todo mi ser y ella me regresó el grito diez veces más fuerte. Ver sus dientes chuecos me hizo dar un salto de rana donde terminé aterrizando frente a mi escritorio. Agarré el celular para marcar el número de emergencia, pero Marcela desapareció.
Esperé a que se me pasara el jadeo. Si marcaba, no me iban a entender. Creí que se me iba a salir el corazón por la boca, pero no. Algún tiempo después, mis manos recuperaron la destreza para volver a tomar el celular y en mi pantalla había una notificación de la aplicación de noticias: “Accidente en Carretera Deja Al Menos 15 Muertos.”
Por inercia leí la nota, que prevenía al lector por las imágenes fuertes que presentaba. Cuando encontré a Marcela moreteada, vomité tanto que perdí la conciencia.
Hasta le fecha, sigo tratando de encontrar una manera de ayudarla a salir del hoyo. Pero ahora que vivo en un cuartito de paredes acolchonadas con puerta de acero, está más cabrón.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.