¿Qué postura tienes sobre la autopublicación? ¿Vale la pena?
Sí, claro que vale la pena. Mi postura sobre la autopublicación es muy concreta: vivimos en una era donde la tecnología nos da una gran autonomía y hay que aprovecharla. Tenemos tantos recursos a la mano que nuestra creatividad puede desarrollarse a diestra y siniestra.
Pienso que la autopublicación es un gran paso hacia el emprendimiento literario. Es involucrarse profundamente con la composición de una obra, desde escribirla hasta supervisar el proceso de diseño editorial cuando ya está lista para salir a la luz pública. Cada paso tiene su propia magia y es posible experimentarlo de primera mano.
Por otra parte, autopublicar en formato digital, a través de un ebook por ejemplo, es una opción muy tangible. También vale muchísimo la pena considerarla, pues hay una audiencia que consume libros en ereaders. Siempre es buena idea ir a donde están los lectores en todos los formatos posibles.
Se dicen muchas cosas sobre la autopublicación y, en general, los comentarios son negativos. La percepción es que este formato es poco profesional y que no hay los mismos cuidados editoriales a comparación de un libro que sale directamente de una de las grandes casas editoriales.
En algunos casos esto es cierto; sin embargo, yo creo firmemente que se puede hacer un trabajo de calidad. Que hay autores muy comprometidos con todos los aspectos de la publicación y que se puede tener éxito cuando este trabajo se toma en serio. El secreto está en tener voluntad para aprender sobre la marcha.