Vuelvo a casa,
a mi cuerpo
libre de tu aliento
y de tu voz ausente.
Palabras más,
palabras menos,
eres el agujero negro
que abracé.
Ahora vuelvo a mí.
Quizá te quedes
como tatuaje
en mi pecho vibrante
más de una noche.
Es que eres inevitable.
Te gritaré por dentro
al más mínimo
recuerdo de tus manos.
De todos modos volveré a mí.
Los textos de este blog pertenecen a la autora Alicia Strathern.